Boxeo de sombra y perogrulladas
Cuatro huevos son dos pares; la mano cerrada se puede llamar puño y aun de hecho se llama así; cuando no se tiene frío, es que se ha entrado en calor; al que le quitan la vida, de seguro le matan; el que gasta el último cuarto de su última peseta, regularmente se queda sin ella; casi se puede afirmar, sin temor de ser desmentido, que no ven objeto alguno los ciegos de nacimiento…
A veces se vive de la perogrullada… o nunca salimos de Perogrullo…
Sólo dime la verdad aunque me mientas.