Sor Juana
Cuando mi esposa llegó de la escuela y me dijo que mi hija había alzado la mano para representar a Sor Juana Inés de la Cruz, todo me pareció confuso. Una niña de tres años iba ponerse los hábitos y a representar a Sor Juana dentro de las efemérides del mes de noviembre. De inmediato pensé en la forma de hacerla memorizar las redondillas. Pero no podía imaginarme a mi pequeña recitando: si con ansia sin igual/solicitáis su desdén,/por qué queréis que obren bien/si las incitáis al mal? Me miró con sus oscuros ojos verdes y me dijo que ella iba a disfrazarse de Sor Juana. Ya lo veía venir. La pregunta preguntona. ¿Y quién es Sor Juana papi? – una señorita que era poeta- pensé la respuesta más fácil- ¿y que es un poeta?- ella arremetería con saña. Entonces, antes de que la sangre llegara al rio, recapacité en la respuesta. Los niños son prácticos y simples. Libres, para más señas. No necesitan tanta verborrea para delimitar las cosas que están a su alcance. (¿Y quién lo necesita?) Una pr