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Mateo la novela

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LA NOVELA “MATEO”

Guanajuato, Gto., a 11 de enero de 2016.-  "Mateo" es el nombre de la primera novela del escritor y catedrático de la Universidad de Guanajuato, Ricardo García Muñoz. Dicha obra literaria recientemente fue publicada por La Rana, editorial del Instituto Estatal de la Cultura, bajo la colección "Autores de Guanajuato". En entrevista, Ricardo García, indicó que después de 25 años de ser un escritor dedicado al cuento, decidió realizar una novela que lo llevó a enfrentarse a diversos desafíos como narrador. Mateo es el personaje principal de la trama, la cual se desprende a partir de la escritura de un blog en internet. "Mateo es un adolescente que se presenta en la novela como un antihéroe –pero no como víctima- él hace una connotación del universo que lo rodea, en ese sentido, ve las cosas como una persona de su edad pero con una lente más grande", mencionó el autor. Además, García Muñoz explicó que la novela –ubicada en la ciudad de Guanajuato- cue...

Novela Mateo, de Ricardo García Muñoz

Mateo, de Ricardo García Muñoz De Jaime Panqueva (Un texto del suplemento tachas en  eslocotidiano ) Cuando pienso en la adolescencia masculina vienen a mi mente infinidad de títulos de novelas:  Las batallas en el desierto  de Pacheco,  Educar a los topos  de Fadanelli, Un hilito de sangre  de Ruvalcaba,  El guardián entre el centeno  de Sallinger y  En los brazos de la mujer madura  de Vizinczey, por mencionar algunos que me habría gustado leer antes de haber cumplido la mayoría de edad. Aquella época que habitamos, donde uno, para citar a Luis Pérez Sánchez, piensa que lo puede todo y muy tarde descubre que no es así. En lo personal, no me es grato regresar a esos años; comparto la apreciación de Pacheco,  de ese horror quién puede tener nostalgia , y, sin embargo, como todos, vuelvo de continuo porque allí se cuaja nuestra formación sentimental. Mateo, creación del novelista Ricardo García Muñoz (León, 1973), vive en eso...

Revista Ficcionalia en Suplemento Tachas

La otra semblanza

Pero si me dan a elegir, entre todas las vidas yo escojo, la de pirata cojo… J. Sabina En una de esas coincidencias de una mañana de primavera guanajuatense, cuando terminaba de abonarle elementos a mi página web y de hacer juegos de memoria por clasificar mi vida entera en una semblanza, llegó, en un movimiento inadvertido a mis manos, o mejor dicho, a mis ojos, un texto de Hernán Casiari que no tiene desperdicio. Hablaba acerca de lo dicho en las hojas de vida, la creación de nuestra semblanza, el currículum y nuestra hoja de vida y los estándares que se deben de poner como caramelos de colores: libros, premios, charlas… Dice Hernán que “Si en lugar de personas fuésemos gobiernos, nuestras biografías serían un medio oficialista vergonzoso. Una mirada obsecuente sobre nuestra propia gestión”. Entonces quedé en blanco. ¿Quién soy realmente? ¿Quién debería de escribir nuestra semblanza? Hernán lo resuelve colocando cuatro textos de dos amigos y dos enemigos que hablen de...

El 41

Hoy por la mañana llegaron mis hijas con un pastel y una vela. Mi esposa me tomó de la frente   y me besó. Cantaron las mañanitas. Besos acaramelados, abrazos infinitos, brincos sobre mi cuerpo y la maravilla de un nuevo amanecer. Acto seguido, cuando comenzó el alboroto por acicalarnos para comenzar el día, llegó muy sigiloso, casi como para espantarme, el año 41. Entró con pisadas aterciopeladas para acomodarse en la casa modelo 73. Los 40 primeros, uno a uno se fueron recorriendo para dejar pasar a 41 que se colaba a la fiesta. Lo dejé pasar como si no me hubiera dado cuenta, haciéndome el loco. Llegó allí y se escondió entre los años más jóvenes, entre los años niños, sobre los adolescentes con alas en los pies. No hice aspaviento. Tomé el short, los tenis, la playera; amarré mi reloj de pulsera, cogí la gorra y una vez que estuve listo, salí del cuarto para desayunar con mi familia. Natalia y Sara reían. Merit comandaba la salida a la escuela. Yo lo miraba con el rabill...