La otra semblanza
Pero si me dan a elegir, entre todas las vidas yo escojo, la de pirata cojo… J. Sabina En una de esas coincidencias de una mañana de primavera guanajuatense, cuando terminaba de abonarle elementos a mi página web y de hacer juegos de memoria por clasificar mi vida entera en una semblanza, llegó, en un movimiento inadvertido a mis manos, o mejor dicho, a mis ojos, un texto de Hernán Casiari que no tiene desperdicio. Hablaba acerca de lo dicho en las hojas de vida, la creación de nuestra semblanza, el currículum y nuestra hoja de vida y los estándares que se deben de poner como caramelos de colores: libros, premios, charlas… Dice Hernán que “Si en lugar de personas fuésemos gobiernos, nuestras biografías serían un medio oficialista vergonzoso. Una mirada obsecuente sobre nuestra propia gestión”. Entonces quedé en blanco. ¿Quién soy realmente? ¿Quién debería de escribir nuestra semblanza? Hernán lo resuelve colocando cuatro textos de dos amigos y dos enemigos que hablen de