La cámara de Oxígeno
Gra cias a los amigos y a los presentes la noche del 14 de septiembre en el corredor literario que me dejaron compartir el corazón un poquito y lo llenaron de calorcito pre bicentenario. A continuación les presento unos apuntes que no leí, pero que había preparado para la ocasión. Sólo son una fuga amorosa de mi memoria, una carta en una botella que se tira al mar. La noche del 14 de septiembre La infancia fue el terreno de encuentro con la lectura. Pasé una infancia sin otras ambiciones que ser centro delantero de los Pumas o corredor de cien metros planos, como Carl Lewis; pero una intermitente enfermedad me puso piedras en el camino. Cuando niño padecí asma y viví temporadas envuelto dentro de una cámara de oxígeno adaptada a una cama individual donde a cinco litros por minuto pasaba mi vida. Esto, claramente me hacía quedar fuera de las canchas de futbol y las pistas de atletismo de la deportiva Torres Landa. No era tan malo estar dentro de una cámara de oxígeno. En cier